La Directora de Salud Estudiantil, María Soledad Zuzulich, cuenta cómo nació este centro en la universidad en 2004 y la forma en que sus servicios han ido aumentando y evolucionando, para responder a las necesidades de los estudiantes.
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Por M. Antonieta Laporte M.
Corría el año 2003 e inquietudes como “no me puedo concentrar, no puedo estudiar o tengo mal rendimiento y no sé por qué” comenzaron a aparecer, como uno de los motivos frecuentes de consulta entre los estudiantes que acudían al Centro de Salud Mental Estudiantil, ex Unidad de Apoyo Psicológico. Según explica la directora de Salud Estudiantil, M. Soledad Zuzulich, su equipo detectó que varios de los casos que consultaban por ansiedad o por problemas para dormir, “tenía que ver con que el estudiante no contaba con las herramientas necesarias para afrontar el proceso de estudio o se daba cuenta de que lo que le había servido en el colegio ya no era suficiente en la universidad, generándose sintomatología ansiosa”.
Fue así como se creó el taller de hábitos y estrategias de estudio, agregándose al poco andar otros talleres sobre manejo del tiempo, concentración y memoria etc., los cuales tuvieron una excelente acogida por parte de los estudiantes, dando paso a la creación del curso de Hábitos y Estrategias de Estudio, cuyo piloto se hizo para estudiantes de primer año de Agronomía. El aumento de la demanda de estudiantes por aprender habilidades relacionadas a métodos de estudio más efectivo llevó a Salud Estudiantil -perteneciente a la Dirección de Asuntos Estudiantiles (llamada DGE en esa época)- a buscar referentes internacionales y diseñar un programa basado en un modelo que permitiera atender las distintas variables implicadas en el proceso de aprendizaje y estudio, y desde ahí generar los servicios de apoyo necesarios. Tomando el modelo de la U. de Berckley en EE.UU., en 2004 nació el Centro de Apoyo al Rendimiento Académico y de Exploración Vocacional, CARA UC, que en un principio contó con sólo dos profesionales (psicólogas educacionales), y tenía oficinas sólo en Campus San Joaquín, en el sector de Ciencias Sociales, cuya labor se centró a en abordar aquellas variables que influyen en el proceso de estudio y que impactan en los aprendizajes y resultados académicos de los estudiantes.
Al igual que en un comienzo, la articulación entre el equipo clínico de salud mental y el CARA sigue siendo muy importante. Así como hay estudiantes que llegan al CARA derivados del Centro de Salud Mental Estudiantil, las psicólogas del CARA también detectan, en algunas ocasiones, a estudiantes cuyo problema no radica solo en técnicas de estudio o nivelar materias, sino que requiere trabajar otros temas personales. “Por ejemplo, si el alumno tiene problemas familiares, relacionales y/o económicos verá especialmente interferido su rendimiento. Ahí el CARA sigue acompañándolo en la metodología, la técnica, pero le sugiere consultar en Salud Mental”, explica M. Soledad Zuzulich.
Como relata M. Soledad, en sus primeros años el CARA concentró sus esfuerzos y recursos en brindar apoyo a los novatos, entendiendo que el proceso de transición del colegio a la universidad es complejo y debe compatibilizarse con la etapa del ciclo de vida en que encuentran. No obstante, con los años, estudiantes de semestres más avanzados también empezaron a recurrir al CARA, para potenciar el desarrollo de sus habilidades académicas. Por lo mismo, al CARA UC no sólo llegan los estudiantes que están con dificultades académicas, sino también “aquellos que quieren tener más tiempo para hacer otras cosas y no saben cómo hacerlo, otros que teniendo buen rendimiento quieren simplemente mejorarlo o porque están aspirando a hacer un posgrado o irse a estudiar fuera. Finalmente, el fin es que los jóvenes vivan con éxito y satisfacción su proceso de aprendizaje, estudio y la etapa universitaria en general”.
Hoy el CARA UC no sólo ofrece servicios para mejorar el rendimiento académico, sino también apoya a los estudiantes que tienen dudas vocacionales. Para cubrir todo esto, su equipo está conformado por 18 psicólogas(os) que dictan cuatro cursos OFG, talleres con distintas temáticas, hacen atención personalizada a través de la Atención Psicoeducativa y la Atención Psicopedagógica, y coordinan más de 30 tutorías académicas, en sus oficinas de San Joaquín (Aulas Lassen piso -1) y Casa Central (Oficina 9).
En 2018 casi 6 mil los estudiantes recurrieron a atención individual, cursos, talleres o tutorías del CARA para mejorar sus técnicas de estudio o aclarar dudas vocacionales. Este año, la demanda ha aumentado más aún, en parte porque el nuevo sistema de Alertas y Permanencia, detecta estudiantes con problemas de rendimiento y orienta a consultar en el CARA, lo cual a M. Soledad Zuzulich le parece algo positivo: “le ayuda al estudiante a tomar consciencia de sus dificultades y lo orienta a pedir ayuda”. Básicamente el trabajo se centra en “pesquisar factores de riesgo ligados al proceso de estudio, desarrollando y promoviendo un aprendizaje estratégico y autorregulado”.
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