No dejes que la ansiedad de fin de año se apodere de tu estado de ánimo y se refleje en el momento de rendir pruebas orales o presentaciones en público.
Consultamos a psicólogos expertos del Centro de Apoyo al Rendimiento Académico y Exploración Vocacional sus mejores consejos para quedar como un crack frente a tu curso y el profesor.
1) En busca de material. No se trata de mostrar toda la información disponible de un tema, sino de planificar y realizar una búsqueda activa de contenidos de fuentes confiables. Una vez que tienes suficiente material, debes seleccionar aquellos tópicos más relevantes y atingentes a lo que se quiere exponer.
2) Menos es más. Mientras más simple sea la presentación, es menos probable cometer errores y se podrá expresar con mayor claridad el contenido. Si vas a preparar apoyo visual, intenta no recargarlo con textos y concéntrate en destacar aquello que quieres que la audiencia recuerde.
3) Siempre preparado. Después de tener la presentación lista, hay que estudiar de manera individual, para que se pueda profundizar en los contenidos y estar dispuestos ante cualquier pregunta del profesor. Esta etapa DEBE incluir ejercitación, es decir una fase en que se hablen los contenidos, ya sea a ti mismo frente al espejo, o a otra persona.
4) ¡Pregúntame, pregúntame! La segunda etapa implica un estudio grupal, tanto o más importante que la primera, ya que es aquí donde se produce la mayor parte de la ejercitación, elemento fundamental en este tipo de evaluaciones. En este estudio grupal se pretende simular la situación de examen o prueba, por lo que se sugiere formular preguntas para ser contestadas por los participantes del grupo.
5) La noche anterior. Lo más importante es el autocuidado. Hidratación, nutrición, sueño y descanso son los elementos que no pueden fallar antes del gran día. No trasnoches y evita alimentos que podrían afectar a tu estómago, pues ese malestar podría acrecentarse al mezclarse con el nerviosismo previo a una evaluación.
6) Algo entre manos. La expresión corporal es fundamental a la hora de hablar en público. Los ejercicios individuales te permitirán ver cómo te mueves y qué aspectos controlar. Si eres de aquellos que gesticulan en exceso y a ratos sientes que aleteas, ten un lápiz en tu mano, de manera que puedas apretarlo y descargar tu energía en él. Si sientes que te falta actitud, identifica un par de personas confiables en la audiencia e intenta dirigir tu mirada hacia ellos mientras hablas. Destaca palabras en tu presentación, de manera que puedas dar énfasis en algunos tópicos relevantes.
7) Tú, tranquilo. No en vano ya ha habido exámenes y presentaciones en el pasado y hemos logrado sobrellevarlos. Resulta productivo contactarnos con nuestras propias experiencias de éxito, identificando fortalezas y recursos personales a la base de aquellos resultados. Hemos sabido cómo superar otros exámenes, así que confía en lo que sabes y ¡mucho éxito en la presentación!
Por Lorena Urzúa / Vive la UC