Distintos testimonios de profesionales que integran el Centro de Apoyo al Rendimiento y de Exploración Vocacional dan cuenta de cómo ha crecido el centro y cómo este ha podido contribuir en la formación de los estudiantes UC.
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Por M. Antonieta Laporte y Sebastian Valenzuela
Desde la creación del Centro de Apoyo al Rendimiento Académico (CARA) en el año 2004, su principal objetivo ha sido ser un aporte en la formación integral de los jóvenes de la UC, enseñándole habilidades que les permitan conciliar de mejor forma las exigencias académicas del mundo universitario con sus intereses y objetivos. Hoy, son sus integrantes quienes cuentan cómo ha evolucionado el centro en estos 15 años de existencia.
“En todo estos años todos hemos cambiado, pero hoy me encuentro con personas que están más informadas sobre los servicios y apoyos de la Universidad, no pretendo generalizar a la generación, pero veo mayor conciencia en la importancia de la salud física y mental”, cuenta Viviana Carrasco, quien lleva 10 años trabajando en el CARA, actualmente como Coordinadora de Atención Psicoeducativa en el Centro. Viviana además confiesa que de su trabajo lo que más le gusta es el contacto humano con los estudiantes, y ver como su interacción con ellos se materializa en un aprendizaje que favorece su calidad de vida. También destaca la versatilidad que posee el CARA para hacer diferentes actividades en busca de brindar un servicio de que apoye a los estudiantes en su paso por la UC. Para Angélica Bustos, integrante del CARA desde sus inicios y actual coordinadora de las tutorías académicas, por un lado los jóvenes están más concientes de la importancia de lo multidisciplinario, de que sí se pueden combinar distintos intereses y habilidades, como la ingeniería, el deporte y la música; son más cuestionadores de las costumbres y las tradiciones, dicen lo que piensan y exigen ser respetados. Pero, por otro lado, Angélica advierte que ve a los estudiantes más solos, con menos redes reales y por tanto se angustian más fácilmente frente a las dificultades y tienen menos tolerancia a la frustraciones: "En general los veo más solos, con menos redes reales, amorosas, más contenedores, a propósito de los padres y sus familias de origen. Por tanto, se agobian más fácilmente con respecto a los temas más académicos, más vulnerables de lo que significa la demanda y la frustración frente a lo que la universidad les exige.. tienen menos recursos y se agobian más fácilmente", sostiene Angélica.
Sobre como ha innovado durante estos años el CARA, Iván Grudechut, quien dirige e implementa el curso de Aprendizaje Estratégico para el Egreso, cuenta que para apoyar a los estudiantes en sus propios procesos, el CARA los pone a ellos al centro de la actividad. “Los estudiantes no son meros receptores del quehacer de los profesionales, y si queremos ayudarles a ser mejores estudiantes, hay que ayudarles a que se aprendan a leer a sí mismos de una manera que les sea útil para promover sus propias transformaciones. Esto es, enseñarle a los alumnos a que su actividad es relevante. Para mí, esa es una innovación gigantesca”, explica Iván. Asimismo, Angélica Bustos comenta cómo el CARA ha debido ir adaptando a las nuevas generaciones, en cuanto a actualizar sus servicios y la forma de llegar a los estudiantes. Por ejemplo, la necesidad de contar con redes sociales propias para difundir servicios y actividades; asumir que los estudiantes tienen menos disposición y tiempo para invertir en algo de aprendizaje extra y por lo tanto ha sido necesario ir modificando los talleres de habilidades académicas CARA: “12 años atrás, nosotros teníamos talleres de 6 sesiones. Después los pasamos a 4 sesiones. En este momento, nuestro esfuerzo está en poner los talleres largos en 3 sesiones. Eso implica volver a pensar en actividades que sirvan para alcanzar el mismo contenido, pero en menor cantidad de tiempo”.
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